Análisis final - Alessandra Sanguinetti

 

Esta imagen forma parte de uno de los trabajos más reconocidos de la fotógrafa Alessandra Sanguinetti, “Las aventuras de Guille y Belinda” desde el año 1999 en una granja familiar en el interior de Buenos Aires. La artista tiene dos trabajos realizados con estas dos chicas como protagonistas, uno en la que se retrata la infancia y otro, el paso a la adolescencia y adultez.

 Observando la fotografía, debe pertenecer a la serie fotográfica titulada “Las aventuras de Guille y Belinda y la ilusión de un verano eterno”.  A pesar de no conocer con exactitud el trabajo de Alessandra, llego a esa conclusión teniendo en cuenta cómo se muestran las protagonistas en la imagen, relacionado a lo que la fotógrafa buscaba retratar en ambos trabajos. Mientras que en la primera serie retrataba el imaginario de unas niñas y creaba escenarios más fantásticos, en la segunda las chicas mantenían una mentalidad más madura y su imaginación se limitaba a situaciones más reales y de la vida adulta.

Esto lo veo reflejado en la fotografía por varios elementos conceptuales y técnicos. Por un lado, la vestimenta que ambas llevan no es tan llamativa y mantienen tonos bastante neutros en comparación a otras fotos de cuando eran un par de años más chicas y utilizaban ropa, calificándola de alguna manera, extravagante, con más colores. Además, el hecho de que se las muestre mirándose en lo que parece ser un espejo da la sensación de que en su psicología comienzan a auto percibirse de otra manera.

Por otro lado, la idea del cambio y crecimiento se refleja de manera muy marcada en la iluminación. La mayoría de las fotografías de estas series se caracterizan por la luz natural, con mucha influencia de las pinturas de John Everett; pero este caso parece ser la excepción, como si se generara un quiebre.  La luz artificial proviene del lado derecho de la imagen, angulada y a una distancia suficiente para que las sombras de las chicas se proyecten en la pared de atrás de una manera intensa.

Al tratarse de un retrato, me parece una fotografía muy buena y que dentro de su serie debe ser de las más importantes por todo lo que significa en la representación de la historia que se cuenta de Guille y Belinda. En lo personal, creo que es una fotografía muy bien lograda y que como pieza artística transmite mucho. La gama de colores ayuda a que sea una fotografía fácil de mirar y apreciar por mucho tiempo.